viernes, 8 de mayo de 2009

Trogloditas


Las personas que habitan las cuevas despertaban mi curiosidad y estimulaban mi imaginación.
Hasta el pasado fin de semana nunca había entrado en ninguna de esas cuevas vivas, consideradas hace apenas 15 años como infra-viviendas y que hoy son sinónimos de bienestar y descanso. La temperatura constante, la oscuridad total y la extraña mezcla del pasado con todos esos artilugios que llenan los hogares españoles crean un ambiente bastante acogedor.

A no muchos kilómetros de Granada, en las entrañas de la tierra se encuentra la casa de nuestros anfitriones. En ella, los recuerdos se diluyen con las voces infantiles, capaces de romper hasta el insólito silencio de las cavernas. Pero, a pesar de todos los encantos de esta cavidad habitada, nos lanzamos a la calle para embriagarnos de sol y primavera.

Hoy es viernes y aún no tenemos planes pero ojalá pasemos unos días tan agradables como cuando fuimos cavernícolas.
Feliz finde!

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