En los laberintos de la noche tomó la decisión de abandonar las cosas de este mundo. Saboreaba un extraño placer en la idea de acariciar la muerte, como si encontrara en ella el sentido perdido de su vida. Al día siguiente hallaron su cuerpo, una breve nota a modo de despedida, un escenario triste y decadente, la nada en sus ojos...
La imagen es de photoaddiction
jueves, 24 de septiembre de 2009
Punto y final
Publicado por maria en 19:15
Etiquetas: Microrrelatos
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