jueves, 26 de marzo de 2009

Penitentes con lazo

Algunas experiencias resultan inquietantes, otras conmovedoras. En ocasiones vemos imagenes que se quedan fijadas en nuestra retina y nos provocan sensaciones extrañas. El final de algunas películas te deja con un sabor metálico en la boca que no sabes definir porque no consigues descifrar el mensaje de esas dos horas en las que te has dejado llevar por la mente retorcida de sus creadores/as. Esto me ha ocurrido hoy al encontrarme con las obras de zhang peng.
Tampoco he sabido que pensar cuando he ido a la biblioteca pública con mi hijo y me he encontrado con los panfletos de la mediática campaña que está pagando la iglesia para oponerse a un derecho por el que seguimos luchando muchas mujeres que no estamos en contra de la vida, sino a favor de una existencia digna.

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