Vuelvo a etiquetar un post con México al aproximarse una de las fiestas que más me gustaron cuando estuve por allá. Me viene a la mente el color, la alegría del Día de los Muertos, en contraste con la sobriedad de nuestro Día de los Difuntos, de visitas a cementerios y de una mezcla de olor a castañas asadas y flores recien compradas.
A pesar de las influencias cristianas que trastocaron la festividad prehispánica, las ofrendas, el papel picado, las calaveras de dulce, y, en definitiva el carácter absolutamente festivo de los dos primeros días de noviembre nos induce a ver la muerte con otros ojos. Dejar el luto a un lado y celebrar el paso al más allá, al mundo de los muertos supone todo un choque para nuestra manera de afrontar el fin de la existencia tal y como la conocemos.
En este ritual mexicano cobran gran importancia las calaveras de José Guadalupe Posada. Especialmente la catrina, que empezó siendo una representación de la clase alta mexicana para transformarse en todo un símbolo nacional.
Ahí os dejo una interpretación de estas calaveras de mano del artista Artemio Rodríguez.
Que pasen un buen rato con sus difuntos, bailen, gocen y no olviden que de aquí a cien años todos calvos.
miércoles, 29 de octubre de 2008
Dime como mueres y te diré quien eres
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2 comentarios:
es alucinante como vemos tan diferente esta festividad de este lado del charco. Alli es mucho mas positivo y optimista el dia... si no, esas pedas que se cojen!!! en honor al difunto (jajaja)
curiosamente Artemio es amigo de mi ex...jajajaja, que bueno!
maria, muchos besos guapa!
hace ya muchiiisimo tiempo que no cojo yo una peda de esas...
Buen trabajo el de Artemio, el mundo es realmente piccolo.
besos
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