martes, 21 de octubre de 2008

I´ll tell you a secret









Recuerdo que siendo niña, observando las luces en las ventanas de las casas que ibamos dejando atrás con nuestro coche, me preguntaba sobre las vidas de las personas que las ocupaban. Todavía hoy los seres humanos me despiertan una gran curiosidad. Probablemente ese secreto interés fue un factor decisivo en mi elección academica-profesional. Y probablemente también sirva para explicar porque me encanta esta página. POST SECRET

3 comentarios:

Didac Udagoien dijo...

"no sé por qué me he sentido tan diferente escribiendo la postal, a mano, con mi letra, que escribiendo un correo o un mensaje... probablemente porque esas letras, así, son más yo que de ninguna otra forma...

sin duda, llevan parte de mi."


enviar una postal es dejar(le) el alma al aire... y ya hace demasiado que no envío ninguna...

maria dijo...

El cartero llama a mi puerta. No se trata de una hermosa postal, tampoco de un sobre en el que reconocer la letra de una vieja amiga. El cartero me llama para que recoja una multa de tráfico, dejándome en el buzón un par de facturas.

Echo de menos que nos dejemos el alma en el aire

Carlos G. dijo...

Y al aire van las palabras, las postales a las trituradoras de papel que al final son aire, quizá sea eso, es el aire lo que somos.

Carlos G.